Tener plan!

El ajedrez, en la máxima categoría, es el deporte que más campeonatos por el título mundial ofrece. Por ejemplo está el Match Campeonato Mundial, que ganó Ding a Nepo, está el Campeonato del Mundo, que ganó Magnus, está el Torneo de Candidatos, que sería el mejor torneo de todo el año ya que reúne a los mejores (faltó Magnus, Ding (por Magnus) y otra vez Karjakin), lo ganó Gukesh, y está el Torneo 960, que sería el que verdaderamente premia al Mejor Ajedrecista, y sería el que se jugó recientemente en Alemania, y que ganó Magnus, pero es depende como se mire y desde donde.

En la segunda ronda del Torneo de Candidatos el duelo principal era entre Nepomniachtchi y Firouzja. Fue una partida espectacular, de las mejores que vi, ambos jugadores se caracterizan por su estilo agresivo.

Ian portaba blancas, con la española desarrolló los peones del ala dama, su alfil volvió a la diagonal italiana y se colocó detrás de estos. Alireza cambió el suyo por caballo y abrió la columna 'g' del enroque ruso, la dama invadió la zona roja y se morfó al peonías 'd'.

La falta de elasticidad en sus corsarios la obligaban ahora a retroceder hasta ocultarse, de pronto Nepo tenía varias columnas abiertas que usaba para la iniciativa.

Cien años atrás, el maestro ruso Alekhine demostraba que en ciertas posiciones aparentemente igualadas la diferencia puede radicar en tener o no un plan.

El peón 'h' avanzó insolente hasta el enroque rival haciendo escapar de nuevo al iraní, ahora devenido en francés.

Los Caballos de las negras obtuvieron al fin su papel en esta rodaja, bifurcaron cada uno por un lado, el escondido encaró hacia el enroque, en eso las torres, los alfiles y la dama, todas piezas blancas, tomaron posiciones interesantes en columna 'd' y en las diagonales hacia el enroque, detrás de los peones avanzados del ala dama.

El peón 'h' le generaba todo tipo de sospechas al rey del jovencito, por lo que se decidió sacrificar el alfil por este, luego envió el dúo dama-caballo hacia las espaldas del rey contrario, quien parecía pretender atacar desde los albores de la apertura. No funciónó ninguna sorpresa, el ruso cada vez mejoraba su posición.

El oso tomaba cafecito y revolvía, quizá, pero en el centro del tablero alguien portaba escudo y espada.

Un rey que se parecía a un peón, que se parecía a un caballo, que se parecía a una dama ¡Había que detenerlo! La torre negra se inmoló por el alfil, la reberverencia no cambiaba las cosas, las amenazas negras eran cada vez menos serias, las blancas sostenían y ganaban metros.

Cuando el caballo iracundo sucumbió faltaba jugarse la última etapa. Victoria rusa.